Controles vectoriales, un paso firme para prevenir
Los técnicos municipales se encuentran instalando trampas y proporcionan recomendaciones a los vecinos para minimizar los riesgos asociados a esta enfermedad.
La Secretaría de Salud y Desarrollo Humano de Posadas intensifica sus esfuerzos para prevenir y combatir la propagación del flebótomo transmisor de la leishmaniasis, una enfermedad parasitaria que afecta tanto a humanos como a perros. Con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de mantener precauciones durante todo el año, se han implementado diversas acciones de control y prevención en la ciudad.
Desde el Instituto de Vigilancia y Control de Vectores, se está llevando a cabo una evaluación exhaustiva de la presencia del insecto que transmite esta enfermedad. Los técnicos municipales se encuentran instalando trampas y proporcionan recomendaciones a los vecinos para minimizar los riesgos asociados a esta enfermedad. En ese marco, se han llevado a cabo encuestas en los barrios Sur Argentino y Paraísos para evaluar la presencia de este insecto y comprender mejor su distribución. El enfoque principal es identificar las áreas donde estos insectos se encuentran y desarrollar un plan de intervención para reducir el riesgo epidemiológico. También se está implementando un protocolo de vigilancia entomológica en las zonas de mayor riesgo. Para lograrlo, se han instalado trampas de luz estratégicamente en patios de viviendas y otros lugares clave del barrio, permitiendo la captura de insectos para su posterior identificación en laboratorio. Es importante destacar que estas trampas son seguras tanto para las personas como para los animales.
En colaboración con el Instituto Municipal de Sanidad Animal (IMuSA), se está enfocando la atención en identificar áreas donde se encuentren perros enfermos de leishmaniasis y evaluar su relación con la presencia de flebótomos en la zona. Se subraya la importancia de la tenencia responsable de mascotas, que incluyen la colocación de pipetas, collares repelentes y hacerlos dormir en sitios protegidos. Los principales síntomas en los perros son: decaimiento, pérdida de apetito y de pelo, descamación, especialmente alrededor de los ojos y en el hocico; crecimiento exagerado de las uñas; úlceras en la piel y hemorragia nasal.
Mientras que en las personas, la infección se presenta con fiebre prolongada, aumento del tamaño del abdomen, pérdida de apetito y de peso, tos seca, diarrea y vómitos, anemia (palidez de piel y/o mucosas) e ictericia (coloración amarilla de piel y/o mucosas). Ante la presencia de estos síntomas, es necesario consultar inmediatamente en el centro de salud u hospital más cercano. En el caso de las mascotas, concurrir a un control veterinario. La leishmaniasis es transmitida por el flebótomo, un insecto diminuto de 2 a 3 mm de tamaño y con alas peludas. A diferencia de los mosquitos, se crían en la tierra y no en el agua. Además, se reproducen en residuos orgánicos (heces de animales de corral, hojarasca.) Por lo tanto, mantener el entorno limpio y ordenado es crucial para evitar su proliferación. Se recomienda cortar el pasto regularmente, recoger hojas y frutos caídos de los árboles y mantener limpios los espacios donde se resguardan los animales. Además, durante las noches, cuando los flebótomos se alimentan, se aconseja resguardar a los animales para reducir el riesgo de picaduras.